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lunes, 7 de octubre de 2013

UN CASTING

Muchas personas que viven de tocar algún instrumento en la vía pública de Madrid, tendrán que pasar un casting. Una nueva ocurrencia. "Se demanda una mínima calidad en su música". Esa es la brillante frase.

Nunca he oído nada estridente paseando por Madrid, es más creo que es muy agradable pararse a escuchar unos minutos a Vivaldi interpretado por cualquier músico, que su única salida es la calle como escenario para expresar sus conocimientos y ganarse unos euros para vivir. Ahora les someten a prueba. ¿Qué pasará con quien no la supere?. ¿Por qué este casting?. ¿A quienes molestan?. Qué difícil es vivir para muchas personas que solo quieren tocar un instrumento y crear música!. Qué difícil es vivir en este país.

Propongo que el próximo casting lo hagamos los ciudadanos a quienes se presentan, en listas cerradas a las elecciones (europeas, municipales...) para poder valorar su aptitud para representarnos, o si han sido puestos a dedo. ¿Qué os parece la idea?. Muchos no pasarían el casting. Solo con escuchar como se expresan en publico, con discursos elaborados por asesores y haciendo el ridículo más impresionante, ya vemos que no pasarían ese casting.

Sra. Botella, Alcaldesa de Madrid, deje que todo el mundo pueda expresar libremente sus talentos musicales que es lo mejor que sucede cuando paseas por Madrid, por sus calles, cada día más sucias y su mal olor. Limpie Madrid de basura, y deje que un violín suene a lo lejos.

"El arte de la música es el que mas cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos". O. Wilde.


tumejordiaeshoy



3 comentarios:

  1. Eva, suscribo tu escrito totalmente, sin dejar nada.
    Menudo ridículo harían en el casting todos los políticos de este Ejecutivo, ninguno pasaría la primera prueba, ninguno.

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  2. Madrid es una ciudad que se está acostumbrando a lo grotesco a pasos agigantados, es lo que tiene estar gobernada por una alcaldesa estrambótica y un presidente autonómico sospechoso de todo.
    Aparte de eventos cada vez más megalómanos, al fino estilo valenciano, la ciudad se ha reinventado, y como los artistas ya no pueden mostrar sus habilidades en cines, teatros y demás locales nocturnos, debido a subidas descabellas das del IVA, se ven obligados a deambular por las calles con su arte a cuestas. Pero ni eso les dejan, la humillación llega más lejos, y les piden sacarse una licencia para pagar impuestos, no por otra cosa, montando unas pruebas de lo más surrealistas.
    Vivir en Madrid es un no parar de reír.

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  3. ¡Qué vergüenza! Y lo que nos queda todavía por ver.
    Saludos.

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