Son indispensables para la vida de
un dependiente. La ley de Promoción de Autonomía Personal, y Atención a
las personas en situación de Dependencia, les reconocía su trabajo,
estaban asegurados y podían atender las necesidades de su familiar en
situación de dependencia y tenían su prestación económica. La mayoría son mujeres,
pero también hay hijos, hermanos y esposos y padres que cuidan de ellos. Han
renunciado a su trabajo o a parte de su jornada. A cambio su entera dedicación
al cuidado de quien necesita de otras manos, para cubrir sus necesidades mas básicas.
Son los olvidados por Decreto Ley. Les han arrebatado Derechos y han vuelto a
cuidar como se hacía antes de entrar en vigor la Ley de Dependencia, sin
Derechos. El Observatorio de la Dependencia, ya ni los menciona. Y por eso
se merecen todo el respeto del mundo, porque son indispensables por mucha
profesionalización que se quiera vender.
Cuando Alejandro y María
llegan a casa por la tarde del Centro de día, es su hija Isabel la que les
espera. Les baña y les da la cena y los acuesta. Les deja la teleasistencia
cerca del cabezal de la cama, por si sucede alguna incidencia de noche. Y sabe
que si eso sucede la llamarán a ella. Todos los días hace lo mismo. El domingo
se queda todo el día con ellos... Los festivos no hay Centro de día.
A Clara la cuida su marido,
Luís y sus dos hijos cuando vuelven de la Universidad, cobra la
prestación por cuidador en el entorno familiar, que se ha visto recortada un 15
%, y ella quiere que siga siendo así. Es joven 47 años. Su marido trabaja
a tiempo parcial, por la tarde, cuando sus hijos ya han vuelto a casa. Él
le da la cena, la baña y la acuesta. Ningún profesional lo haría mejor que él.
Lleva 4 años haciendo lo mismo todos los días.
Antonio tiene concedidas 55 horas al
mes de Servicio de Ayuda a Domicilio. Por las mañanas su esposa Cecilia
es quien le lava y le da el desayuno. Al mediodía va una Auxiliar por una hora,
le levanta y ayuda en la comida. Por la noche se repite, solo cambia la cena y
el aseo y poder acostarlo. Los domingos pagan a una persona que haga esa función.
Los festivos no hay Servicio de Ayuda a Domicilio. Cecilia conoce bien cómo va
el alzheimer de su esposo y sus cambios de humor. Lleva años a su lado y ella
quiere cuidarle, sin nada a cambio, porque cuando tienes un recurso ya no
tienes derecho a otro. Solo a la teleasistencia.
Ese fue el último Decreto Ley del
pasado Diciembre:
- Se rebajan las horas de Ayuda a Domicilio, según grados.
- Solo se puede disponer de un recurso. Si vas a centro de día, no puedes tener ayuda a domicilio. Solamente teleasistencia.
Isabel, Luís y Cecilia son
cuidadores indispensables para sus familiares en situación de dependencia y
merecen todo el reconocimiento del mundo y el respeto. No se les pueden
privatizar (como decía mi compañera Aurelia en su magnífico post), ni olvidar.
Todo dependiente debe permanecer el
mayor tiempo posible en su entorno y con las ayudas adecuadas para su atención,
la suya y de quien le cuida. Ya llegará el momento, en que la situación avance
y sea necesario el ingreso en una Residencia. Pero no antes.
Decir que solo un profesional es
capaz de cuidar a un dependiente es faltar a la realidad y despreciar el
trabajo del cuidador en el entorno familiar, a quien la Ley lo puso como centro,
reconociendo su labor.
Pedir al Observatorio de la
Dependencia, tengan la delicadeza de recordarles y no dejarlos en el olvido. Un
servicio de Ayuda a Domicilio de 20 horas al mes por muy profesional que sea,
no cubre ni una sola hora diaria la atención que el dependiente necesita.
Partiendo de la base que pueda asumir el copago de dicho servicio.
Hablen de copagos. Si. Del coste que
supone la profesionalización y de que no cubre todas las horas. Eso solo puede
hacerlo el familiar, a quienes ustedes han olvidado en su reflexión. Y
ellos no cobran. Nunca les dejaremos en el olvido. Nunca. Gracias a todos los
cuidadores y aquí tenéis espacio para dejar vuestra opinión.
tumejordiaeshoy
Mi familia se turna para cuidar de mí. Si no hay más remedio que dejarme sola se avisa al vecino que está pendiente, me quedo con el teléfono y el móvil por su me caigo, NUNCA me separo de mi móvil que me une a mi marido y mis hijos. Ellos estudian en casa para que su padre pueda trabajar y èl a veces monta en bici cuando los fines de semana mis hijos están en casa. Es triste ver cómo los demás esperan tus noticias cada momento del día por si te ha pasado algo, ver que sacrifican su tiempo para que estés sola el menor tiempo posible, que si he de salir estén pendientes del wapp que confirme que volviste a casa sana y salva. Esta es mi vida : ¿ y la ellos ?
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