Esta semana hemos vivido unos
sucesos trágicos, con la muerte de por lo menos 13 seres humanos. Da igual su
raza, su edad, en qué país nacieron. Eran seres humanos. Han sido enterrados en
un nicho, sin nombre. Desconocido. Los supervivientes a esa tragedia, si
conocían su nombre, su edad y su historia. Se han dado varias versiones
de los hechos, y contradictorias entre sí. La del Ministro del Interior en sede
Parlamentaria, debería de ir acompañada por su dimisión inmediata, pero nadie ha dimitido.
No ha pasado nada que no se pueda explicar lo inexplicable y a continuar. Vivimos en un país
donde no existe la palabra responsabilidad, ni las consecuencias ante casos alarmantes,
en otros países por menos se dimite o se cesan a cargos públicos, aquí NO,
y deberíamos preguntarnos el porque nos hace diferentes al resto, esta impunidad. Sorprendente la capacidad de aguante y de poca reacción que se vive en este país. ¿Hasta cuando?.
Nos
advierten desde Europa en abrir una investigación sobre lo sucedido en Ceuta.
Ante estos hechos me pregunto cuántos
ciudadanos ya viven arrodillados y sumisos. Asumiendo que las cosas son así y
viviendo tanto horror desde la rendición personal y el pensar que nada puede
cambiar. Vivir arrodillado es haber perdido la dignidad, porque uno debe luchar
ante las injusticias y ya hemos comprobado que luchar por un buen fin, si sirve
para cambiar las cosas. La prueba está en la Sanidad en Madrid.
Vivir arrodillado es no vivir. Es
ver pasar la vida y entretenerla con tonterías. La vida es una y corta y si nos
remontamos en la historia siempre se ha luchado y plantado cara ante las
injusticias, con el fin de buscar una vida mejor. Ahora parece que no es así.
Solo algunos colectivos y personas en particular siguen de pie y denunciando
tanto horror que nos rodea.
Vivir de pie es tener empatía,
solidaridad y valores de igualdad. Dejar el miedo en el olvido, porque no
hay nada más loable que defender los Derechos Humanos de todos. También de los
que permanecen arrodillados.
"La
esclavitud no es un estado sino una forma de vida a la que nos fuerzan u
optamos vivir. Elige bien". Anónimo
tumejordiaeshoy
Cuando trato de explicarme los motivos que nos llevan a no hacer nada, siempre acabo justificándolo todo con la Historia reciente. El haber tenido un dictador durante 40 años, tras una guerra civil de 3 años, nos ha inoculado el virus del miedo. Sabemos de lo que son capaces, nos dejamos llevar... Las frases como "no sabe con quién está usted hablando" o "todos los políticos son iguales" forman ya parte de nuestras entrañas y nos domestican así haciéndonos callar antes incluso de haber empezado a decir algo.
ResponderEliminarLa muerte de ¡13 inmigrantes! debería haber hecho saltar todas las alarmas y no ha pasado de los comentarios despreciativos hacia los que las lamentamos.
¿Este es el país que quieren?
¡Que no le llamen Democracia!