BASURA Y LIMPIEZA

Si viven en Madrid reciclen bien su basura. Si estos días ven a personas rebuscando en los contenedores, no lo hacen para encontrar algo de comida. Son inspectores que abren bolsa a bolsa y ven si es correcto el contenido y se ha hecho un buen uso del reciclaje de basura. Si no es así les pueden multar hasta con 750 euros. Si bajan la basura, y ven que el contenedor está lleno, vuelvan con ella a su casa, no la dejen al lado, porque también les multarán, esta vez con más de 200 euros. Una vecina de Madrid, está en fase de alegaciones, ya que al ver el contenedor de papeles lleno dejo su bolsa y por un recibo, los inspectores conocieron su identidad y la multaron.

Todos sabemos de la importancia del reciclaje y el Ayuntamiento de Madrid del cumplimiento de una ordenanza que supone un afán recaudatorio, basado en las multas. Así que mucho ojo y miren bien las bolsas. De los índices altos de contaminación hablaremos otro día. Total es lo que respiramos.

Mucha preocupación por la basura que producimos y menos por la limpieza de uno de los grandes Hospitales de Madrid, el Ramón y Cajal. Los servicios de limpieza de dicho Hospital, adjudicados a la empresa Clece, se han visto reducidos mediante el despido de 41 trabajadores y parece ser que serán más.

La limpieza de un Hospital es algo muy serio. Hablamos de salud. De pacientes ingresados más vulnerables a las infecciones por su organismo más debilitado y con menos defensas, un tema muy importante, son los Quirófanos y las UCI, pues bien, ese recorte de personal ha supuesto que de tres limpiadoras en quirófano, solo se ha quedado una, y eso es preocupante. Nadie puede hacer el trabajo que venían haciendo tres personas. Lo mismo sucede en las habitaciones, antes una persona limpiaba 12 al día y ahora pasa a limpiar 20. Imposible mantener el estándar de calidad. Nadie se puede multiplicar tanto. Y estamos hablando de HOSPITALES, no de un parque  o una calle céntrica de Madrid.

Por eso desde hace 2 días están en huelga indefinida las trabajadoras/es de limpieza del Hospital Ramón y Cajal. Mucho ánimo, porque no solo defienden sus puestos de trabajo, sino la calidad y la limpieza, para cuando algún día uno de nosotros tenga que ser operado y estar ingresado unos días para su recuperación, que esto suceda en las mejores condiciones higiénicas y de salubridad. La sanidad no puede ni debe ser un negocio.

Esperemos que algún Inspector, esta vez de la Comunidad de Madrid ponga el mismo empeño en valorar si se cumplen todas las normas en salubridad, en los Hospitales, lo mismo que hacen sus compañeros del Ayuntamiento en los contenedores. ¿Habrá también multa?. Me pregunto.

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