Todas las muertes producen mucho dolor.
Es la pérdida de un ser querido, y en ese momento empieza el proceso de duelo.
Estamos rodeados de muerte. Muerte en Gaza, Siria, Ucrania, Afganistan, Irak...
miles de inocentes mueren, porque el hombre sigue inmerso en guerras que solo
producen dolor y sufrimiento. Ayer leía una noticia de un niño sirio de 4 años
que sus últimas palabras antes de morir fueron: "Se lo contaré todo a Dios”.
Cuanto horror debieron de ver sus ojos para tener que contárselo a Dios.
Si nada lo remedia, nos vemos
abocados a una guerra que podría tener resultados catastróficos. Como bien dijo
Einstein: "La cuarta guerra mundial, será con palos y piedras". En
realidad, ¿alguien quiere eso?.
Nunca antes se habían vivido tantos
conflictos, atroces todos, en diferentes puntos de nuestra agotada tierra.
Mujeres, hombres y niños desplazados por millones, lejos de sus casas sus
tierras. Muertos enterrados, sin nombres.
Inocentes, sin comida, agua, medicamentos.
En tierra de nadie, campos de refugiados que ya no pueden atender a mas seres
humanos que huyen del horror. Solo encuentran consuelo con la atención de
personas, que dejan sus vidas a un lado y viajan, a ese infierno para poder
paliar el sufrimiento y mitigar el proceso de morir. Morir sin medios, poco a
poco, con heridas en el cuerpo y el alma. Morir preguntándose el porque, si
ellos no iniciaron esas guerras. Nadie gana una guerra. Solo la pierden el
número de muertos que se producen. Y así el ser humano va repitiendo su
historia, incapaz de dejar a un lado en enfrentamiento bélico. Cada vez más
sofisticado, para causar el mayor daño posible a los civiles.
Este es el
panorama. Si nadie lo remedia, irá a peor. Los muertos ya descansan y
quizás Dios ya sepa que sucede en la tierra, porque un niño sirio de cuatro
años se lo habrá explicado bien.
Que nos pille preparados todo lo que
nos queda por vivir. La vida cada día es un regalo. No olvidemos quienes
mueren, antes de tiempo y por fuego "enemigo”. No les olvidemos. Tampoco a
quienes les mataron.
“La guerra es el arte de
destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos".
Parménides de Elea.
tumejordiaeshoy
Y el regalo que te da la vida hoy, te lo puede quitar mañana, por eso hay que vivir el presente y seguir luchando.
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