Su nombre es musical, cuando lo
pronuncias te imaginas otra cosa más próximo a la música (instrumento de lengüeta libre) que a lo que representan.
Son cuchillas. Cortantes hasta el punto de matar o cortar los tendones de una mano.
Mohamed al intentar saltar la valla para llegar a Melilla, casi pierde una mano. La
rotura de tendones es dolorosa y de muy larga recuperación para volver
a tener la movilidad de la mano, pasarán meses. A quién tenía dudas de
si cortaban deberían ver imágenes, y escuchar testimonios de seres humanos que
huyen de su país buscando una vida menor, y se enfrentan a las concertinas.
El mundo vivió la vergüenza después
de la ll Guerra Mundial del muro de Berlín. Muchas personas murieron al
intentar huir de una Alemania que les había separado de sus familias,
durante 28 años. Ése muro, denominado "muro de la vergüenza" se
derrumbó en 1989. Hay más muros. Más sufrimiento. El ser humano nunca aprende y
repite errores. Separación, guerras, muertes, refugiados... no somos
capaces de romper el dolor y seguimos causando muertes.
España un país de emigrantes,
durante los años 50 y en la actualidad también, debería reconsiderar si es
necesario poner cuchillas cortantes, que impidan la entrada de extranjeros.
Personas pobres, capaces de jugarse la vida buscando la
libertad, en un mundo que ellos creen mejor y los sueños cuando se
persiguen, no los para unas cuchillas que pueda sesgar tu vida. No tienen
nada más que perder que eso, su vida. Y seguirán intentándolo. Por lo menos
decir NO a la concertinas y a sus efectos de heridas mutilantes y sangrientas, o
de muerte. Mohamed esperamos que pronto te recuperes y puedas volver a mover
los dedos de tu mano. Tú lo conseguiste. Otros murieron.
"El hombre ama la libertad,
aunque no sepa que la ama, y anda empujado de ella y huyendo de donde no la hay".
J. Martí.
tumejordiaeshoy
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