Muchas personas que viven de tocar
algún instrumento en la vía pública de Madrid, tendrán que pasar un casting. Una
nueva ocurrencia. "Se demanda una mínima calidad en su música". Esa es
la brillante frase.
Nunca he oído nada estridente
paseando por Madrid, es más creo que es muy agradable pararse a escuchar unos
minutos a Vivaldi interpretado por cualquier músico, que su única salida es la
calle como escenario para expresar sus conocimientos y ganarse unos euros para
vivir. Ahora les someten a prueba. ¿Qué pasará con quien no la supere?. ¿Por qué
este casting?. ¿A quienes molestan?. Qué difícil es vivir para muchas personas
que solo quieren tocar un instrumento y crear música!. Qué difícil es vivir en
este país.
Propongo que el próximo casting lo
hagamos los ciudadanos a quienes se presentan, en listas cerradas a las
elecciones (europeas, municipales...) para poder valorar su aptitud para
representarnos, o si han sido puestos a dedo. ¿Qué os parece la
idea?. Muchos no pasarían el casting. Solo con escuchar como se expresan en
publico, con discursos elaborados por asesores y haciendo el ridículo más
impresionante, ya vemos que no pasarían ese casting.
Sra. Botella, Alcaldesa de Madrid,
deje que todo el mundo pueda expresar libremente sus talentos musicales que es
lo mejor que sucede cuando paseas por Madrid, por sus calles, cada día más
sucias y su mal olor. Limpie Madrid de basura, y deje que un violín suene a lo
lejos.
"El arte de la música es el que mas cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos". O. Wilde.
tumejordiaeshoy
Eva, suscribo tu escrito totalmente, sin dejar nada.
ResponderEliminarMenudo ridículo harían en el casting todos los políticos de este Ejecutivo, ninguno pasaría la primera prueba, ninguno.
Madrid es una ciudad que se está acostumbrando a lo grotesco a pasos agigantados, es lo que tiene estar gobernada por una alcaldesa estrambótica y un presidente autonómico sospechoso de todo.
ResponderEliminarAparte de eventos cada vez más megalómanos, al fino estilo valenciano, la ciudad se ha reinventado, y como los artistas ya no pueden mostrar sus habilidades en cines, teatros y demás locales nocturnos, debido a subidas descabellas das del IVA, se ven obligados a deambular por las calles con su arte a cuestas. Pero ni eso les dejan, la humillación llega más lejos, y les piden sacarse una licencia para pagar impuestos, no por otra cosa, montando unas pruebas de lo más surrealistas.
Vivir en Madrid es un no parar de reír.
¡Qué vergüenza! Y lo que nos queda todavía por ver.
ResponderEliminarSaludos.