Está amaneciendo en estos
momentos. Hay quietud y silencio. Es muy relajante observar como despierta el
día. Os lo recomiendo.
Tenemos que parar. El mundo se ha
convertido en una vorágine de confusión, de contradicción, de caos. Hay que
pararse y hacerse algunas preguntas sobre uno mismo. ¿Cómo es mi vida?. ¿Qué
depende de mi para hacer cambios?. ¿Cómo me siento?.
Hay situaciones que dependen de
nosotros, otras no. Dediquemos más tiempo a las primeras y cinco minutos a las
segundas.
Procurad que vuestra vida no sea
como una bajada de un río con aguas bravas y estéis arrastrados por
ellas. Pensad. Y al mismo tiempo vaciar la mente de todo lo superfluo y con
lo que nos quieren tener entretenidos. Romped esa dinámica!.
Dedicad más tiempo al insight, a esa
mirada interna que nos lleva a conocernos y a comprendernos para cambiar.
Sólo así podremos afrontar la vida
con más serenidad y más discernimiento ante el caos externo.
Con cinco minutos que dediquemos
a los informativos, ya tendremos la información necesaria para
saber como va el mundo. No le dediquéis más tiempo al horror y a las malas
noticias y a la sin razón. Vaciar la mente de contenido tóxico y llenarla de
cultura, relaciones sociales gratificantes.
Si estáis en Madrid, os recomiendo
una exposición sobre planetas y en especial Marte. Impresionante y es gratuita,
en la Calle Alcalá, 31. Dejar la Tierra por unos minutos es muy liberador. Mucho.
Tenéis un sábado por delante,
depende de vosotros lo que vayáis a hacer con él!. A la 8,17 h se asoma el
sol...
Os dejo estos minutos de
música. Escuchadla en silencio y con los ojos cerrados. Un bálsamo para vuestro
sistema nervioso y para vuestra mente agotada. Os deseo un buen día a todos.
tumejordiaeshoy
Es una recomendación fantástica, en todos los sentidos. Gracias, muchas gracias
ResponderEliminarGracias Eva.
ResponderEliminarmuchas gracias Eva, estupenda recomendacion
ResponderEliminarHermoso sabado nos regalas.
ResponderEliminarLas noticias ya las abandone, no vale la pena nada de lo que pueda salir de la caja que nos atonta.
Dejarnos arrastrar por las estrellas siempre es reconfortante.
Gracias Eva, por esta paz que irradias.
Te quiero.