Ayer miles y miles de ciudadanos
marcharon por todas las ciudades de España bajo las pancartas que pedían "Pan,
Techo y Trabajo". Eran las Marchas por la Dignidad. La de mayor afluencia
fue la de Madrid, donde confluían varias columnas de personas que llevaban
varios días caminando por toda la geografía hasta llegar todos juntos a Sol. Lo
hicieron con tiempo adverso, mucha lluvia, en momentos aguaceros, pero nada les
impidió que lanzaran ese grito desgarrador. En pleno siglo XXl un país
desarrollado no deberían sus ciudadanos, pedir lo que les hace falta, pan,
techo y trabajo. Pero es que España es el segundo país en Europa, por detrás de
Rumania, con un mayor índice de pobreza y eso es desolador.
Ayer casi a la misma hora mucha gente
se acercaba a su tienda de barrio o supermercado o gran superficie y contribuía
a la recogida de alimentos para el Banco de Alimentos, que había lanzado la campaña.
Bolsas blancas llenas de arroz, lentejas, tomate, leche... para paliar el
hambre.
Antonio es jubilado y viudo. Hace
tres semanas que ha ido comprando un poco de todo para poder llenar la bolsa y
ayer por la tarde la acerco al supermercado Condis que le queda muy cerquita de
su casa. Su economía no le permite llenar la bolsa en un solo día, pero sí lo
hizo con esfuerzo en semanas, comprando cada día un kilo de algo, de lo que el
mismo come con su modesta pensión. El compartió lo que tiene, no lo que le
sobra. Y cuando me lo contaba se sentía feliz por haber contribuido
con su granito de arena.
En el bloque de María, a
una vecina suya de muchos años, le han cortado la luz el mes pasado y María
cada día al preparar la comida, pone un puñado mas y les baja un táper a
rebosar para que puedan comer algo caliente en estos días fríos y lluviosos.
También les lava la ropa en su lavadora una vez por semana, y algunas semanas
dos. Ella también comparte, esperando que todo sea transitorio y pronto puedan
pagar el recibo de luz y que los 426 euros den algo más de sí para su amiga del
tercer piso. Son gente con alma.
Christian Felber,
estuvo en Zaragoza. Es el creador del concepto "Economía del bien común". Y ese es el camino del cambio que se debe acometer a nivel económico. Más de
200 empresas ya lo aplican. Me siento totalmente identificada con "el bien común”. Se basa en varios principios, en 17, entre ellos la solidaridad
y la justicia social. Si nuestra economía se basará en esos principios, todos tendríamos
"pan, techo y trabajo". Solo hay un camino y es el del cambio. No
podemos volver a siglos pasados de hambre y sufrimiento. Nada retrocede. La
vida siempre avanza.
tumejordiaeshoy