A Manuel no le quedan muchas fuerzas
y tiene poco tiempo para pensar y cuando piensa se derrumba. Su mujer
Conchita tiene una enfermedad neurodegenerativa, que va
avanzando y por fin ya tiene prestación por dependencia, la que solicitó hace 2
años. Solo le ofrecen 2 horas al día de servicio de ayuda a domicilio, y
deberán abonar un copago por dichas horas.

Manuel cada día se sienta después
del desayuno y hace números. Muchas cuentas. Hay que estirar como sea los ingresos.
Lo primero la medicación de Conchita, luego el copago de la ayuda que reciben.
El resto para los gastos generales, que no son pocos. Solo puede ahorrar en comida.
Un plato para el almuerzo y postre. La cena algo más ligera. No da para más. Y
así se llega justito a fin de mes.
Manuel busca trabajo, pero una
sensación ambivalente le frena. ¿Quién cuidará a Conchita si
encuentra trabajo de camionero?. Han sido 22 años en la carretera, y semanas
fuera de casa, cuando todo iba bien. La realidad ahora es tan dura que Manuel
no piensa. Vive el día a día. Pero en su mente una idea no para de dar vueltas.
Llega el frío y no sabe cómo podrán afrontarlo este invierno. Los recibos de la
luz ya son muy elevados, aun con la precaución de ahorrar en su consumo. Le han
dicho que compre una estufa de butano. Y estos días está buscando ofertas.
Demasiados problemas como para
pensar, por eso Manuel decide buscar de que manera poder sobrevivir. ¿Quién
cuida a Manuel?.
Muchas familias en España viven en
situaciones peores. Muchas sin ingreso alguno. Otras desahuciadas. Y el frío se
acerca.
España, el país donde la luz es más
cara que en cualquier otro país de Europa, pero muchas empresas se reparten
dividendos, de sus beneficios. Beneficios que llevan la carga de la pobreza
energética que sufren miles de familias. Beneficios porque han reducido el bono
social. Y se acerca el frío...
tumejordiaeshoy